EMDR

La Terapia de Desensibilización y Reprocesamiento a través de Movimientos Oculares (EMDR, por sus siglas en inglés) es un enfoque terapéutico innovador y altamente efectivo utilizado para tratar el trauma y otros problemas emocionales. En este artículo, exploraremos en detalle en qué consiste la terapia EMDR, sus beneficios, el proceso y cómo puede ayudar a las personas a superar experiencias traumáticas y otros desafíos emocionales.

¿Qué es la terapia EMDR?

La terapia de Desensibilización y Reprocesamiento mediante Movimientos Oculares, comúnmente conocida como terapia EMDR por sus siglas en inglés (Eye Movement Desensitization and Reprocessing) es un tratamiento orientado al trauma que ha sido reconocido como terapia basada en la evidencia para el trastorno de Estrés postraumatico (TEPT).

La terapia EMDR es un abordaje psicoterapéutico que trabaja sobre el sistema de procesamiento de información innato del paciente. Este sistema se puede bloquear por multiples motivos (p. ej., muertes, abusos de todo tipo como psicológicos, emocionales, físicos, o sexuales, etc.), lo que puede provocar sintomatología dando lugar a la aparición de problemas de salud mental y emocional generándose múltiples trastornos psicológicos como depresión, Trastorno Limite de Personalidad, Trastorno Bipolar, Adicciones, TOC,etc.

La gran parte de la psicopatología es debida a que determinadas experiencias no han podido ser procesadas y asimiladas y por ello, están almacenadas disfuncionalmente. Los problemas que el paciente describe en el presente tienen que ver con experiencias bloqueadas que por su impacto traumatico no han podido ser elaboradas.

La mente tiende a buscar en nuestra historia pasada experiencias similares a la ocurrida en el presente y tener de esta manera alguna referencia para saber como interpretar lo ocurrido. Cuando esas experiencias no fueron procesadas no van a funcinar como aprendizaje sino como bloqueo.

De esta manera si ocurre algo en el presente que el cerebro conecta con alguna de esas experiencias, la persona va a reaccionar en el aquí y ahora con elementos de allí.

La terapia EMDR identifica experiencias y accede a ellas, mediante las percepciones y elementos cognitivos o creencias, las emociones y sensaciones asociadas al recuerdo. Una vez que este recuerdo esta activado en el sistema nervioso se utilizan los movimientos oculares u otros métodos de estimulación bilateral del cerebro para desbloquear la memoria y promover asi su integración en otras redes adaptativas.

¿Cuáles son sus beneficios?

La Terapia EMDR ha demostrado ser efectiva para una amplia gama de problemas emocionales, incluyendo:

  1. Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT): EMDR es especialmente conocida por su eficacia en el tratamiento del TEPT.

  2. Trauma y abuso: Puede ayudar a las personas a superar traumas de la infancia, abuso sexual, violencia, accidentes traumáticos y otros eventos impactantes.

  3. Ansiedad y fobias: EMDR puede ser útil para abordar la ansiedad generalizada, las fobias y los trastornos de ansiedad.

  4. Depresión: Al abordar traumas subyacentes, EMDR puede ayudar a aliviar la depresión relacionada con el trauma.

  5. Duelo: Puede ayudar a las personas a procesar la pérdida y el duelo de una manera más saludable.

  6. Problemas de autoestima: La terapia EMDR puede ayudar a mejorar la autoestima y la confianza en uno mismo.

¿Cómo es el proceso?

El proceso de la Terapia EMDR generalmente sigue los siguientes pasos:

  1. Evaluación: El terapeuta y el cliente trabajan juntos para identificar el evento traumático o el problema emocional que se va a abordar. Se evalúa la historia clínica y se determina si la persona es un candidato adecuado para EMDR.

  2. Preparación: Antes de comenzar el procesamiento, el terapeuta trabaja en establecer una relación de confianza con el cliente y enseña estrategias de afrontamiento para manejar el estrés y la ansiedad que pueden surgir durante la terapia.

  3. Procesamiento: En esta fase central de la terapia, el cliente se enfoca en un recuerdo o pensamiento traumático mientras el terapeuta guía el movimiento de los ojos o utiliza estímulos bilaterales (como sonidos o toques) para estimular ambos hemisferios cerebrales. Este proceso ayuda a procesar la experiencia de una manera más adaptativa, permitiendo que los pensamientos y las emociones se reestructuren.

  4. Desensibilización: A medida que se repiten las sesiones de procesamiento, los recuerdos traumáticos se vuelven menos perturbadores y las emociones asociadas disminuyen.

  5. Instalación de recursos positivos: Se trabaja en fortalecer la resiliencia y la autoestima del cliente, promoviendo pensamientos y creencias más positivas.

  6. Cierre: En esta etapa final, se revisa el progreso y se asegura que el cliente se sienta seguro y capaz de afrontar las situaciones futuras de manera más adaptativa.